lunes, 6 de diciembre de 2010

REDD+ en veremos

Marco Antonio Martínez

CANCÚN, QUINTANA ROO.- Hasta el presidente de México Felipe Calderón llegó para impulsar el acuerdo REDD+ (Reducción de emisiones provenientes de la deforestación y la degradación forestal. El signo +suma estrategias de conservación, gestión sostenible de bosques y mejora de reservas de carbono forestales).
Se trata de una estrategia de compensación económica dirigida a países en desarrollo financiada por naciones desarrolladas y esquemas internacionales, y permitiría conservar bosques y evitar la deforestación.
Para quienes se oponen a este esquema, en realidad es una forma de que las grandes contaminadoras mantengan sus niveles altos de emisiones de manera legal.
De cualquier manera, REDD+ es el único pacto contemplado como posible para la COP16, que inició el 28 de noviembre y acaba el viernes 10 de diciembre. Estas negociaciones hacen que la reunión internacional que se desarrolla en este destino turístico, penda de un hilo. Calderón llegó ayer a la celebración del Forest Day, en el Centro de Convenciones, donde el tema predominante fue REDD+.
A pesar de los avances que lleva y de que tarde o temprano saldrá, tal como ha dicho el científico del Centro para la Investigación Forestal Internacional, (CIFOR) Markku Kanninen, la redacción final sigue empantanada.
El integrante del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), afirma, durante su estancia en Cancún, que uno de los obstáculos ha venido de parte de los países petroleros árabes, que para firmar el acuerdo y financiar el proyecto buscan a cambio el pago de captura de carbono para actividades industriales, algo que nunca ha contemplado REDD+.
Si bien hay flexibilidad para llegar a acuerdos, esta petición no es viable, agrega.
La apertura a posturas diferentes incluye que en caso de no  lograr incluir a los países árabes, entonces se logre un acuerdo de 70 países para adherirse a REDD+.
De todos modos implementar un programa así ocurriría en el mejor de los casos hasta el 2020. Después de la firma vendría la reglamentación, y podría repetirse el proceso vivido con los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), firmados en 1997 y cuya reglamentación estuvo lista cinco años después, y comenzó a implementarse en un periodo similar, añade el experto en ecología forestal
Hasta ayer domingo las negociaciones seguían estancadas. Otro de los puntos que atoraba el acuerdo era que los países en desarrollo que se comprometieran a conservar sus bosques, se comprometieran a no incrementar sus emisiones contaminantes arriba de un porcentaje limitado, explicó Antonio La Vigna, doctor en Ciencias Jurídicas y decano de la Universidad de Manila, en Filipinas, y negociador de REDD+. 
Otro asunto pendiente era el financiamiento y la duración de los plazos para hacerlo. Los países en desarrollo piden más años de los que ofrecen los países desarrollados.
El negociador explicó que si bien países en desarrollo y desarrollados deseaban el acuerdo,  el nudo no era por un asunto de soberanía, las diferencias eran por cuestiones de pobreza-desarrollo.
Aunque mostró esperanza que en la última semana de la cumbre se logre un acuerdo, pidió a las partes involucradas flexibilizarse.
En todo caso, una de las conclusiones a las que se llegó en la celebración del Forest Day, es que era importante la defensa de los bosques. Así lo leyó la directora general de CIFOR, ante representantes de organizaciones forestales, propietarios de bosques y académicos asistentes al festejo.
Informó que de acuerdo a una encuesta, a una tercera parte de los dueños de la tierra boscosa uno de los temas que les preocupa es que se garantice la distribución de recursos de manera justa. A una porción similar, que se garanticen los derechos de la tierra, y a la mitad, la creación de empleos.
Ese es el mensaje para quienes negocian REDD+, que entra así a su última etapa en Cancún.

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