viernes, 17 de diciembre de 2010

Capitalistas, anticomunistas y la Iglesia partícipes en devastación haitiana

Durante las movilizaciones alternativas hechas por organizaciones ambientalistas durante la COP16, se discutió la problemática que enfrentan los sectores mas pobres de la población debido a los efectos del cambio climático, acelerado por prácticas devastadoras, como las ocurridas en Haití, y referidas por el activista Franck Saint Jean

Marco Antonio Martínez
CANCÚN, QUINTANA ROO.- La pobreza, la ambición desmedida de trasnacionales e incluso la intolerancia religiosa e ideológica, son factores que tienen sumidos a Haití en la ruina ecológica, país que actualmente tiene sólo  1 por ciento de su territorio como superficie forestal.
Así lo expuso el 8 de diciembre, mientras se realizaba la COP16, el miembro de la Plataforma Haitiana para un Desarrollo Alternativo, Franck Saint Jean.
Invitado por el Espacio Mexicano/Diálogo Climático a hablar sobre cambio climático y sus efectos en los países más pobres, el haitiano hizo un recorrido histórico para mostrar la barbarie contra la naturaleza cometida por diversos grupos en su país.
El recorrido abarcó desde los inicios del siglo pasado, cuando ocurrió la ocupación estadounidense de 1915 a 1934, periodo en el cual los cultivos originales de las tierras haitianas se vieron modificados para complacer al invasor.
Luego para generar energía destinada a la industria azucarera de Cuba y República Dominicana, se sobreexplotaron los bosques. “La madera de nuestros bosques haitianos (fue sacada), para utilizarse en industria azucarera o ferrocarril.
Posteriormente, con la llegada de François Duvalier, en 1957, legitimada por Estados Unidos para contener el socialismo cuyos aires soplaban desde Cuba, ocasionó una persecución en contra de los comunistas.  Quienes estaban identificados como tales huyeron a los bosques, y los ecosistemas resultaron también víctimas de la persecución.
“Durante la lucha contra los comunistas se mataron bosques, porque ahí se escondían (los militantes)”, expuso aquella mañana ante otros luchadores a favor de la conservación del medio ambiente.

El activista haitíano previó que mientras el rescate de su país
esté en manos de Bill Clinton, el subdesarrollo continuará
Además de la intolerancia política, la religiosa también ha provocado daños a la naturaleza en Haití, agregó.
En un país donde se practica el vudú, religión adoradora de los árboles, los jerarcas cristianos ordenaron destruir  a varios miles para minar la popular creencia en la isla, según lo relatado por Saint Jean.
“Los indios de la cultura adoramos los árboles como algo sagrado, si protegemos los bosques o arboles. En nuestra cultura haitiana adoramos los árboles, se cree en eso y la iglesia acabo con eso”, dijo.
A finales del siglo pasado, los haitianos productores de café vieron el desplome de los precios internacionales del producto. Ante la indiferencia gubernamental para tratar de compensarlos, los campesinos se vieron obligados a cambiar sus cultivos, los cuales erosionaron la tierra, como ocurre frecuentemente al sembrar algo diferente y nuevo.
¿Cuál ha sido el resultado?
“Hoy Haití tiene 1.5 por ciento de cobertura vegetal, hay muchas zonas que no se volvieron a sembrar, por la degradación ambiental, el agua de la lluvia que iba sobre todas las tierras, ahora la ahogan”, expresó posteriormente a su presentación, durante una entrevista con El Programa de las Américas.
Diferentes movimientos sociales haitianos pugnan por un giro en el modelo económico neoliberal al que responsabilizan del desastre social y ambiental en que se encuentra el país.
“Un gobierno con una visión que haga un programa con regeneración del medio ambiente con una base de soberanía nacional y alimentaria que vaya regenerando en cuestión de medio ambiente. Con eso vamos a disminuir gradualmente la miseria, aseguramos agua y alimentación”, planteó.
Como colofón, baste decir que su país fue azotado este año por un terremoto que dejó miles de muertos, además de una destrucción masiva de la infraestructura del país.
Franck Saint Jean ve lejano que haya cambios, ya que desde su perspectiva, ni siquiera el actual presidente, René Preval, gobierna realmente.
“Después de los ciclones que ha pasado desde 2007 entonces hubo un proceso donde Ban Ki Moon (secretario general de Naciones Unidas) ha designado a Bill Clinton (ex presidente de Estados Unidos) como encargado especial y al llegar empezó a aumentar la presencia de iimperialismo en Haití y con el terremoto de enero se presentó momento ideal para aumentar la dominación, con documento que se llama Comisión para Reconstrucción de Haití elaborado por el Departamento de Estados Unidos.
“Aprobado por el parlamento haitiano da poder, autorización máxima de hacer y controlar y administrar dinero de la política y eliminar la autoridad política que dan ciudadanos a legisladores  y el presidente (de Haití). El que manda en Haití es Bill Clinton por mecanismo de Banco Mundial”, concluyó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario